Cada uno de nosotros generamos en media 1.5kg de residuos cada día, de los cuales entre un 45% a 50% es materia orgánica. La materia orgánica son compuestos que provienen de los restos de organismos que alguna vez estuvieron vivos, tales como plantas y animales y sus productos de residuo.
Es nuestro deber hacernos cargo de nuestros residuos de forma que disminuyamos nuestro impacto ecológico, para ello debemos encontrar la mejor salida a las cosas que ya no utilizamos y reciclar al máximo. Específicamente para los residuos orgánicos, la mejor opción es que practiquemos el compostaje. Para ello existen dos métodos, uno consiste en tener una compostera, más adecuando para jardines o espacios al aire libre amplios o que realicemos el vermicompostaje doméstico, adecuado para pequeños espacios, podemos tenerlo incluso en nuestro balcón o terraza.
El compostaje domésticos nos permitirá por tanto reducir la cantidad de basura que acaba en el vertedero, tratamiento que es tremendamente costoso, exige importantes inversiones e infraestructuras y da lugar a consecuencias ambientales negativas derivadas de su acumulación, enterramiento o incineración. Además obtendremos un abono de calidad para nuestras plantas y cerramos el ciclo de la materia orgánica, evitando el uso de fertilizantes químicos, pesticidas y herbicidas llevando a cabo por tanto una forma de cultivo más respetuosa con el medio ambiente.
¿Qué es la vermicomposta o lombricomposta?
La lombricomposta, vermicomposta o humus de lombriz es el producto resultante de la transformación digestiva y metabólica de la materia orgánica mediante lombrices de tierra.
Se utiliza fundamentalmente como mejorador o enmienda orgánica de suelos, inoculante microbiano, enraizador, germinador, sustrato de crecimiento, entre otros. La lombriz cava túneles en el suelo blando y húmedo, succiona el desecho orgánico y digiere de ella las partículas vegetales en descomposición, expulsando los elementos no digeribles y los residuos metabólicos, que son los que forman el humus.
La lombriz de tierra se alimenta de desechos orgánicos y según avanza en este deposita sus desechos, convirtiéndolos en abono fértil, mejor que el que podría lograrse usando abonos artificiales.
Con el vermicompostaje obtendrás dos tipos de abono el líquido y el sólido. Dependiendo de la frecuencia con que pones los residuos, se puede llegar a tener medio litro a la semana de Humus Liquido, que puedes usar para todo tipo de plantas y también para el huerto, como fertilizante natural y potenciador de la floración.
Al terminar el ciclo de vermicompostaje, en unos 3 o 4 meses tendrás el Humus Sólido, abono natural de excelente calidad que sirve para mejorar las propiedades del suelo e incrementar la retención de agua. Se puede acortar el tiempo del ciclo si se agregan los residuos orgánicos en trozos pequeños y si se remueve frecuentemente, idealmente cada día, aunque es suficiente con remover una vez por semana.
Los excrementos de la lombriz contienen 5 veces más nitrógeno, 7 veces más fósforo, 5 veces más potasio y 2 veces más calcio que el material orgánico que ingirieron. La especie que más se utiliza, es la Lombriz roja californiana: Eisenia foetida, especie domesticada que se reproduce rápidamente, alcanzando en poco tiempo altas densidades de población.